Pon tu delicia en el Señor, y Él te dará las peticiones de tu corazón. (Salmo 37:4)
Considera lo que realmente le gustaría a tu cónyuge en el matrimonio y cómo el amor a menudo implica hacer sacrificios y esfuerzos para cumplir los sueños y deseos de tu pareja. En lugar de dar respuestas negativas automáticas, deberías esforzarte por cumplir los deseos de tu cónyuge, incluso si parecen difíciles de lograr.
A veces, el amor, es comparable con la necesidad de ser extravagante y hacer lo imposible por la persona amada. El amor de Dios es un ejemplo de cómo el amor busca satisfacer las necesidades del corazón, incluso cuando parecen imposibles de cumplir.
El amor puede manifestarse de diferentes maneras, como prestar atención, pasar tiempo juntos, tratar con respeto y demostrar aprecio. Hay que imitar el amor de Dios al amar a tu cónyuge de manera incondicional y generosa.
Piensa en cómo puedes abrumar a tu cónyuge con amor y sorpréndele al superar sus expectativas con amabilidad y generosidad. Vive de acuerdo con lo que realmente le gustaría a tu cónyuge y a haz del amor una parte central de tu relación matrimonial.
Manos a la obra
Piensa qué le gustaría a tu cónyuge, si fuera posible. Ponlo en oración y comienza a trazar un plan para cumplir algunos de sus deseos (sino todos), hasta donde puedas.