MATRIMONIOS

22. EL AMOR ES FIEL

Te desposaré conmigo en fidelidad, y tú conocerás al Señor. (Oseas 2:20)

El amor es el fundamento de nuestra identidad como cristianos. Nuestro renacimiento espiritual se debe al amor de Dios, y Jesús nos instruyó a amar a Dios y a los demás con todo nuestro ser. El amor debe ser una cualidad distintiva en nuestra vida y debe expresarse con pasión y fervor. A veces, enfrentamos el rechazo de nuestro amor por parte de otros, pero la historia de Oseas en la Biblia ilustra cómo Dios nos ama incondicionalmente a pesar de nuestro rechazo. Dios nos muestra un amor fiel y redentor, incluso cuando no merecemos su amor.

El amor rechazado es un desafío que Jesús nos llamó a enfrentar. Debemos amar a nuestros enemigos y a aquellos que nos rechazan, reflejando así el amor de Dios que nos ama a pesar de nuestros errores. En el matrimonio, el amor puede enfrentar rechazo y traición, pero como seguidores de Cristo, debemos amar incluso cuando nuestros intentos son rechazados. El amor inmerecido que Dios nos da nos capacita para dar amor inmerecido a nuestros cónyuges. Debemos buscar el amor de Dios para poder amar a nuestros cónyuges de manera redentora y fiel.

En resumen, el amor es esencial en la vida de un cristiano. Debemos amar como Dios nos ama, incluso cuando nuestro amor es rechazado. Buscar el amor de Dios nos permite amar a nuestros cónyuges de manera redentora y fiel, reflejando así el poder y la fidelidad del amor de Dios.
 

Manos a la obra

El amor es una decisión, no un sentimiento. Es una acción que se pone en marcha, no un acto reflejo. Hoy mismo, elige comprometerte con el amor aún si a tu cónyuge ya casi no le interesa recibirlo. Dile hoy con palabras parecidas a estas: «Te amo. Elijo amarte aún si no me retribuyes».

LISTADO DE SESIONES
Esta web utiliza cookies propias para su correcto funcionamiento. Al hacer clic en el botón Aceptar, acepta el uso de estas tecnologías y el procesamiento de tus datos para estos propósitos. Más información
Privacidad