MATRIMONIOS

26. EL AMOR ES RESPONSABLE

Al juzgar a otros te condenas a ti mismo, pues haces precisamente lo mismo que hacen ellos. (Romanos 2:1 DHH)

En este día desafiante, se destaca la importancia de la responsabilidad personal en el matrimonio. A menudo, es fácil justificar nuestras acciones y culpar a otros, especialmente a nuestras parejas. El amor auténtico no busca excusas, sino que se esfuerza por el cambio en sí mismo y en la relación.

Se insta a detenerse durante las discusiones y escuchar a la pareja en lugar de culpar. La responsabilidad implica admitir errores y defectos con humildad y sinceridad. El orgullo puede resistirse a esta responsabilidad, pero es crucial para una relación saludable.

La relación con Dios también está involucrada; mantenerse en buenos términos con Él es esencial para la relación con la pareja. Reconocer y confesar los errores ante Dios y la pareja es vital para la sanación y el crecimiento en el matrimonio. Aunque no garantiza que la pareja perdone, pedir perdón y corregir las ofensas es una responsabilidad propia.

Afrontar los problemas con la pareja puede ser difícil pero es crítico para el crecimiento en el matrimonio y con Dios. Buscar la gracia y la fortaleza de Dios en este proceso es fundamental para avanzar.
 

Manos a la obra

Separa tiempo para orar por las áreas en las que has obrado mal. Pídele perdón a Dios y luego humíllate lo suficiente como para confesárselas a tu cónyuge, hazlo con sinceridad. Pídele perdón a tu cónyuge también. Sin importar cómo responda, asegúrate de cumplir con tu responsabilidad en amor. Aún si responde con crítica, acéptala y recíbela como un consejo.

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