Que el marido cumpla su deber para con su mujer e igualmente la mujer lo cumpla con el marido. (1 Corintios 7:3)
La Biblia tiene mucho que decir sobre el sexo en el contexto del matrimonio y cómo puede ser una bendición para ambas partes. Los límites y restricciones establecidos por Dios buscan elevar la experiencia sexual en el matrimonio más allá de lo que se ve en la sociedad actual.
Es importante que el romance florezca en el matrimonio cristiano, ya que fue creado por Dios. Cantar de los Cantares es un ejemplo de cómo la Biblia celebra la intimidad sexual en el matrimonio.
No satisfacer las necesidades sexuales legítimas en el matrimonio puede poner en peligro la unidad matrimonial y llevar a la tentación de buscar satisfacción fuera del matrimonio. El matrimonio se basa en el principio de ser «una sola carne», donde ambos cónyuges deben satisfacer las necesidades sexuales del otro.
El sexo no debe utilizarse como una herramienta de negociación en el matrimonio, sino como una forma de entregarse mutuamente y fortalecer la unión. El amor y el respeto son fundamentales para renovar la intimidad sexual en el matrimonio, y cuando el amor de Cristo es el fundamento, la relación puede alcanzar un nivel de intensidad y satisfacción que va más allá de lo que el mundo conoce. A través del sexo adecuado en el matrimonio, se puede glorificar a Dios en el cuerpo.
Manos a la obra
Si es posible, intenta hoy iniciar la relación sexual con tu cónyuge. Hazlo de una manera que honre lo que tu cónyuge te haya dicho (o te haya dado a entender) con respecto a lo que necesita de ti en el área sexual. Pídele a Dios que los dos puedan disfrutarlo y que se transforme en un camino hacia una mayor intimidad.